“Mal Educados”: La crisis de la Educación Pública Chubutense
Diputada María Andrea Aguilera

La Educación transita sus momentos más complejos y tal como lo han advertido profesionales en la materia, la suspensión de las actividades escolares producto de la pandemia del COVID 19 y el forzado traslado a la virtualidad, traería como consecuencia una “catástrofe generacional” de magnitudes inconmensurables. Es por ello que, en base a las experiencias recientes, los países alrededor del mundo procedieron a reaperturas protocolizadas de las instituciones escolares, permitiendo así menguar los efectos negativos de la suspensión y facilitar la reconexión de los estudiantes con las escuelas. Sin embargo, en la República Argentina esto no sucedió y, a pesar de los datos epidemiológicos que han puesto de manifiesto que las escuelas no son un foco de contagio como se creía inicialmente, los estudiantes argentinos no retornaron a las aulas durante todo el 2020. Como agravante a ello nos encontramos con una política pública nacional en materia educativa claramente dubitativa y sin definiciones, de la que aún no se conocen más que vagos anuncios al respecto de la vuelta a clases para el 2021, lo cual hace peligrar ciertamente una decisión en este sentido.
En este contexto Chubut no ve más que agravada una situación de crisis estructural que deriva en la irregularidad en las actividades escolares desde hace tres años. Es que, como es bien conocido, la Provincia cursa una agónica crisis, la que el Gobierno Provincial no ha podido gestionar e implica fuertes implicancias en todos los ámbitos, que acaban debilitados y seriamente afectados. El dato de los tres años de falta de clases pone sobre la mesa la vulneración de un derecho constitucional a enseñar y a aprender, consagrado en el artículo 14 bis de la norma suprema, además de encontrarse en otros Acuerdos Internacionales de Derechos Humanos a los que la República ha adherido. Sin embargo, más allá de la evidencia de incumplimiento de derechos, el Gobierno de la Provincia del Chubut no ha tenido durante estos años a la Educación como una prioridad de gestión y poco o nada ha realizado para revertir esta situación.
En el mes de agosto del 2020 desde la Honorable Legislatura del Chubut, por iniciativa del Bloque UCR, se solicitó a la Ministro de Educación provincial que informe, en un pedido extenso, puntos vinculados a la política pública educativa que se estaba aplicando de forma contingente en medio del aislamiento obligatorio. Del informe surgen algunos datos preocupantes y la ausencia de otras informaciones que resultan, entendemos nosotros, claves y fundamentales para llevar adelante cualquier acción vinculada a la educación por parte de las autoridades competentes.
Particularmente, se informa que a la fecha de corte del informe solamente un 30% de los estudiantes chubutenses había tenido acceso a medios digitales para educación virtual, lo que indica que el 70% restante o había tenido a disposición cuadernillos sin revisión docente de las actividades realizadas o se habían quedado sin cobertura. Llama la atención que el Ministerio indique un porcentaje residual significativo del 22% el que es considerado cubierto bajo “otras modalidades” que derivan, básicamente, de la inventiva y la creatividad de docentes sobre la que la autoridad ministerial no tiene detalles.
En una Provincia en la que la conexión domestica de electricidad no es constante en muchísimas localidades del interior, en la que además la conectividad a internet es inestable y en muchos puntos inaccesible y en la que no existe suficiente cobertura de dispositivos de acceso a las plataformas educativas, la virtualidad no solo que es imposible sino que como estrategia se vuelve inviable. Remarcamos constantemente la necesidad de que el Ministerio de Educación adopte medidas conforme las realidades de cada ámbito en los que se produce el hecho educativo, pero la respuesta siempre ha sido silencio.
En el mes de septiembre, inclusive antes de conocer estos datos oficiales producto de la demora en la recepción del informe y basados en datos que hemos trabajado de organizaciones como Argentinos por la Educación, ha sido presentado el Proyecto de Ley por el que se declara la Emergencia Educativa para la Provincia del Chubut, como un trabajo mancomunado y en línea con la iniciativa nacional de la Diputada Brenda Austin y otras iniciativas provinciales como la del Legislador de Córdoba Marcelo Cossar, en el marco de un informe de la Fundación Alem. En esta iniciativa se contempla además de la declaración de emergencia, el reconocimiento a la educación como una actividad esencial, es decir, que el Estado debe brindarla siempre y ante cualquier circunstancia su prestación no puede ser interrumpida.
Entendemos que, una de las principales consecuencias de la desvinculación entre las escuelas y los estudiantes es el riesgo de abandono escolar, por lo que el proyecto crea un Programa de Acompañamiento a Estudiantes en Riesgo de Abandono como mecanismo preventivo y estratégico con acciones concretas contempladas para mitigar los efectos del mismo. Además, en línea con el déficit de conectividad propone la creación de becas de conectividad en el marco del acceso equitativo a los recursos tecnológicos y un fondo de infraestructura escolar pensado para la vuelta a clases en el marco de las medidas sanitarias por COVID 19.
El Gobierno del Chubut ha demostrado ser “mal educado” porque con su comportamiento errático parece ignorar las graves consecuencias que produce en muchas generaciones de estudiantes la falta de actividad escolar por tres años y contando. Así como también son “mal educados” todos los que permanecen en silencio, avalando la inacción y dejando en evidencia que la educación no es una prioridad y que resulta indiferente que los estudiantes estén en las aulas o no.
Nosotros hemos asumido el compromiso de trabajar en conjunto para que la prioridad sea la educación equitativa y de calidad, garantizando un sistema que permita cumplir los días mínimos de clases a los estudiantes de todos los niveles y que se aborden las problemáticas estructurales del mismo pero con los estudiantes en las aulas. No hay más tiempo que esperar, el daño ya se está produciendo y la morigeración del mismo implica acciones urgentes y concretas. Es momento de abandonar el discurso y avanzar hacia la acción por parte de quienes tienen la responsabilidad de conducir los destinos de Chubut. Hace tres años que nuestros estudiantes y familias esperan una respuesta, hace tres años no hay agenda educativa y la improvisación se ha apoderado de las políticas públicas en esta materia. Ya no puede suceder más, no podemos permitir más “mal educados” no haciendo nada por la educación de nuestros niñas, niños adolescentes y jóvenes.
*Nota publicada en la web UCR Chubut